Sobreviviendo a la soledad y la bestia al ritmo del Jazz en “Erase una vez”.


Cuando uno decide salir un sábado a las 20:00 horas sin amigos y sin rumbo fijo intentando escapar de los problemas y estrés que ocurrieron en los días pasados es de ley que acabe siguiendo el flujo de las recomendaciones de los lugares que visitan aquellas personas que forman parte de sus círculos sociales.
Pero en este caso es diferente, vaguee por el distrito colon  hasta que dieron las 20:45 cuando de la nada me deje llevar por el ritmo con esencia a soledad que trasmitían las notas de un piano que se encuentran en el aire pero no estaban solas ya que eran acompañadas por la afinación del sonido metálico del crasheo y splasheo de los platillos de una batería y así fue como llegue a “Erase una vez” un restaurante  con temática de cuento de hadas donde se sirve desayunos, entradas, ensaladas con aderezos hechos en casa, lasaña, tacos, sandwich gourmet, hot dogs gourmet, crepas dulces y postres, aparte de vender bebidas alcohólicas un lugar que se considerado un Bistró, ubicado en la Calzada Cristobal Colon #174 Sur.
Me senté a escuchar y observar al dueto musical que estaba en el restaurante cuando de la nada, un vaso de agua y un ukulele se colocaron en mi mesa junto con un boleto para el evento musical, el cual fue colocado por un mesero, el cual me cobro 20 pesos por el boleto para así quedarme a ver y escuchar el concierto Intimo “JAZZ & A PIANO” interpretado por el maestro y gran pianista "CARLOS RAMOS" deleitándonos con famosas canciones al estilo Jazz, el cual comenzaba a las 21:30 y terminaba a las 24:00, como faltada bastante tiempo entable una plática con un mesero durante 30 minutos, al finalizar mi platica me convenció de pedir a “La Bestia” un sándwich gourmet, no me dijo más y así fue como decidí enfrentarme a “La Bestia” pero nuestra batalla tenía que esperar ya que “La Bestia “tiene que prepararse correctamente.
Mientras tanto proseguí a escuchar al maestro Carlos Ramos cuando noté que empezó a tocar “Piano Man de Billy Joel” en ese momento procedí a sacar mi celular y grabar aquella pieza musical sobre perdedores que desahogan sus penas y frustraciones con sus copas a medio tomar, consumiendo sus solitarias vidas de igual modo que se consumen los cigarrillos en sus propios labios, en mi caso lo que se consume es la relación con una hermosa chica y la única manera en que pienso que todo se puede arreglar es mandándole el audio de una de sus canciones favoritas porque me identifico con los perdedores del cual habla esta canción ya que soy igual a ellos, además agrego un mensaje de texto el cual dice “Quisiera que estuvieras junto a mí, escuchando esta canción “el teléfono marca “enviado a las 22:20”(no hubo respuesta en toda la noche) .
Son las 22:40 la banda empieza a tocar
“The Aggressive Mice” un jazz compuesto de sonidos metálicos rudos y tonos agudos por parte del piano mezclándose de una forma agresiva, en mi mesa hace acto de presencia “La Bestia” la mire, me miro, gruño y yo tire la primera mordida, carne molida, queso chihuahua, cebollas caramelizadas y tocino todo eso se encontré dentro de la piel de “La Bestia” la cual eran dos panes sazonados en salsa y mantequilla, ella cayo pero no venía sola se acompañaba de diez aros de cebolla dulces y una mini ensalada de arándanos, almendra rebanada, lechuga y jarabe de azúcar. Mi batalla algo dulce concluyo en eso de las 23:20 la noche prosiguió con una tonalidad melancólica con ese Jazz suave y triste. No lo tolere más, pagué mi cuenta y partí de aquel lugar de cuentas de hadas a las 23:43 y me dirigí al departamento de mi amigo que se encuentra de viaje y deje que “Meta Crush” de la banda The Guadaloops me dejara conciliar el sueño en aquellos primeros 30 minutos de un nuevo día.













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